Desde el origen del hombre como ser pensante, éste se ha
fascinado por lo extraño y misterioso: un ser maligno (masculino), ente con
talento que estimula la imaginación del individuo, que rebasa las fronteras de
lo natural, lo posible y lo imaginable.
La mayoría de las culturas lo llaman “demonio”, “chamán”,
etc., a quien se le teme, que hace daño al hombre (a su cuerpo y su alma) y a
su entorno, llámense cosechas, bienes, familia y cuanto posee.
Principalmente en la literatura, debía haber su contraparte:
un ser femenino maligno. Así, el alemán Goethe (1749-1832) pone al servicio de
Mefistófeles a las brujas de Walpuris,
mencionadas en la noche mágica, que es una danza de brujas y demonios que se
realizaba al aire libre “con experiencias excitantes y culminaba con el casorio
del rey y la reina de los brujos” (Mussapi, R. 2009).
Shakespeare en “La tragedia de Macbeth”, hace alusión a las “Hermanas Fatídicas”, tres brujas que
vaticinan a Macbeth su gran poder
como rey de Escocia, pero también le vaticinan su caída bajo un hombre nonato
(Castilla M. 2007).
Así, son muchas las obras literarias que dan imagen a la
bruja, con diferentes características y contexto, según su autor; pero con un común
denominador: mujeres que viven entre nosotros con conocimientos sobrenaturales
e ideas alejadas de status quo. “Es
verdad que estas escenas representan la demonización de las mujeres. Pero
muchas veces están ligadas a una crítica social. Las brujas son los chivos
expiatorios en los que se proyecta la maldad de la sociedad" (Alaistar,
2014).
En los siglos XVI y XVII surge en Europa la lucha por el
poder entre el catolicismo y el protestantismo da origen a la terrible e
injusta masacre denominada “Cacería de brujas”. Las brujas de Salem, es un ejemplo fehaciente
del estrangulamiento social de la mujer, la misoginia de la religión puritana
provocó la muerte de aproximadamente 200 “brujas”.
A finales del Siglo XVII en Nueva Inglaterra la gente sufría
las secuelas que habían dejado las guerras con los indios wabanakis, lo cual fue el perfecto pretexto para culpar a uno de
los sectores más débiles de la sociedad: la mujer. Jiménez, E. (2010) considera
que “la brujería es un producto del pueblo para buscar remedio a sus males”.
El poder de las brujas proviene de poseer conocimientos prácticos
sobre herbolaria, embarazos y partos, algunos fenómenos naturales y su impacto
en la reproducción y las cosechas. De ahí que son un obstáculo para una
sociedad donde predomina el poder en el hombre.
Leyenda de las brujas
En Juchitepec se dice que las brujas son mujeres con poderes
sobrenaturales que, entre otras cosas se alimentan de la sangre de los bebés. Así
que salen las noches de luna llena montadas en sus escobas buscando a un
infante que no esté protegido. Buscan puertas o ventanas por donde entrar y
succionar la sangre del pequeño.
Para evitar que las brujas se roben a los niños, las madres
protegen puertas y ventanas con cruces de palma que estén benditas, colocan un
crucifico en la cabecera del niño, además de regar agua bendita en su habitación,
especialmente en su almohada; y lo más importante no dejar solo al bebé cuando
las brujas ronden la casa.
Referencias
Alastair
S. ¿De dónde vienen las brujas?, BBC Mundo, 21 de diciembre de 2014. Recuperado
de: http://www.bbc.com/mundo/noticias/2014/12/141218_origen_brujas_finde_dv.
Castilla
M. (2007). Las brujas y otros seres fantásticos en la obra de William
Shakespeare, Revista Comunicación, n°. 5, pp. 347-360. Recuperado de: http://revistacomunicacion.org/pdf/n5/articulos/las_brujas_y_otros_seres_fantasticos_en_la_obra_de_william_shakespeare.pdf.
Jiménez,
E. Brujas, sus orígenes e historia. 30 de agosto de 2010, Recuperado de https://ecosdeladistancia.wordpress.com/2010/08/30/brujas-sus-origenes-e-historia/
Mussapi,
R. (2009). Fausto de Wolfang Goethe, Ediciones Encuentro, Madrid.
Sooke,
A. ¿De dónde vienen las brujas? BBC Mundo, 21 de diciembre de 2014. Recuperado
de http://www.bbc.com/mundo/noticias/2014/12/141218_origen_brujas_finde_dv.