domingo, 4 de agosto de 2019

El colibrí, leyenda maya



Leyenda de la cultura maya sobre el nacimiento del colibrí.
Para escuchar el podcast da clic: Leyenda del colibrí
El colibrí es uno de los pájaros más fascinantes: hermoso, ligero y con la capacidad de moverse sutil como una pluma. Pero… ¿conoces su historia?
Los mayas tienen una preciosa leyenda sobre el colibrí o picaflor. Para ellos, sus plumas eran mágicas. El colibrí era un pájaro con un cometido muy especial… ¿quieres saber cuál?: El colibrí como mensajero.
Los mayas más sabios cuentan que los Dioses crearon todas las cosas en la Tierra y al hacerlo, a cada animal, a cada árbol y a cada piedra le encargaron un trabajo. Pero cuando ya habían terminado, notaron que no había nadie encargado de llevar sus deseos y pensamiento de un lugar a otro.
Como ya no tenían barro ni maíz para hacer otro animal, tomaron una piedra de jade y con ella tallaron una flecha muy pequeña. Cuando estuvo lista, soplaron sobre ella y la pequeña flecha salió volando. Ya no era más una simple flecha, ahora tenía vida, los dioses habían creado al x ts’unuúm, es decir el colibrí.
Sus plumas eran tan frágiles y tan ligeras que el colibrí podía acercarse a las flores más delicadas sin mover un solo pétalo, sus plumas brillaban bajo el sol como gotas de lluvia y reflejaban todos los colores.
Entonces los hombres trataron de atrapar a esa hermosa ave para adornarse con sus plumas. Los dioses a vero, se enojaron y dijeron: “si alguien osa atrapar algún colibrí en una jaula, ni tampoco en la mano del hombre-.
Los dioses también le destinaron un trabajo: el colibrí tendría que llevar de aquí para allá los pensamientos de los hombres. De esta forma, dice la leyenda, que si ves un colibrí es que alguien te manda buenos deseos y amor.
Sus plumas eran tan frágiles y tan ligeras, que el colibrí

Narrada por Alejandro, Carlos y Fernando

La flor de cempasúchitl




Para oír el podcast da clic en: La flor de cempasúchitl,
La historia de Xóchitl y Huitzilin, dos jóvenes aztecas enamorados, comenzó desde su infancia, cuando ambos solían escalar los cerros y ofrecer flores a Tonatiuh, el dios del Sol. A llegar a la edad adulta Huitzilin debió cumplir sus deberes de guerrero y abandonar su pueblo para combatir.
Desgraciadamente, el joven murió en batalla. Al enterarse de esto, Xóchitl subió a una montaña y rogó a Tonatiuh que les permitiera estar juntos.
Entonces el dios del Sol lanzó un rayo sobre ella convirtiéndola en una hermosa flor de color naranja brillante.
Huitzilin, en forma de colibrí, se acercaría a besar a Xóchitl convertida en flor. Este es el origen de la flor de cempasúchitl, utilizada en la tradición prehispánica para guiar a los muertos al mundo de los vivos.


Leyenda de origen popular
Narración: Ciara, Emma y Linda
Fotografía: Rocío Cortés